POESÍAS KARMEN


 


El SACO


 

Ser conscientes de que lo interno genera lo externo es ya un paso a resolver problemas.

 

Llenito de posesiones todo el mundo lleva un saco,

que día a día se agranda con nuevas adquisiciones.

No se ve pero lo siente el caminante estresado,

vemos el de los demás, en sus espaldas cargado,

el nuestro no, porque detrás no miramos.

 

Y a todas partes llevamos sobre los hombros el saco,

y nos hace contracturas que en el cuello duelen tanto.

Patatas, fruta, legumbres..., en el mercado compramos,

Cervezas, vinos, licores..., las ponemos en el carro,

y en bolsas más pequeñitas, otros productos variados,

frutos secos, palomitas, carnes, huevos y pescado.

 

Pero en el saco...

¿Qué llevamos en el saco que nos hace jorobados?

Buscar y sacar todo aquello que hace daño,

lo que surge de la mente y en el Hiper no compramos,

aunque pagamos un precio, muchas veces elevado.

Para eso hace falta tiempo, y el silencio es necesario,

y sencillez, y dulzura, porque el orgullo es nefasto.

 

Lo que nunca perdonamos generado en el pasado...

Fuera.

Odios, luchas y venganzas, ironías, los rencores que se han petrificado...

Fuera.

Cada uno que investigue su personal contenido atesorado,

Pues luego la enfermedad ataca por todos lados,

el corazón, los pulmones, el estómago y el bazo,

la cabeza con jaquecas, se paran piernas y brazos.

 

Poca gente relaciona, sus frecuentes malestares,

con el contenido fértil de lo que lleva en su saco.

 

                                                         Carmen

 

28-8- 2016

                                    Conceder para tener

 

Concédeles libertad a todos los que tú quieres.

No les abrumes con quejas, si a tu casa poco vienen.

Si concedes libertad a todos los que tu quieres,

 los tendrás siempre contigo, cerquita, más sin cadenas.

Vendrán cuando lo deseen y se irán cuando ellos quieran,

 más no dejarán vacío porque quedará su esencia.

Si obligas a los que quieres a que siempre te obedezcan,

sólo tu poder retiene lo que no vale la pena,

retiene sus malestares, sus rebeldías secretas,

palabras no pronunciadas, las leyes que no se aceptan.

Caras largas, ironías, han cerrado muchas puertas,

y dejan muchos dolores en cualquier alma viajera.

El don de la libertad con alegría se muestra,

visitas con libertad con alegría se aceptan.

Estoy donde quiero estar, donde la vida me lleva,

y allí donde estoy feliz sin hilos que me detengan,

estaré quizás más tiempo, disfrutando tu presencia.

                                                     Carmen

13-9-2015
 

Hojas de otoño

 

Árboles somos,


que dejamos caer hojas cuando se instala el otoño.

Así somos. Cuando sin dolor ni pena,

dejamos marchar las hojas nacidas en primavera,

de savia, verdor y fuerza..., llenas.

Pequeña la cicatriz que en  nuestras ramas se aprecia.

Al árbol le podarán y de aquella cicatriz

no quedará ni una huella.

 
Las hojas, que sin nostalgia el árbol dejan,

en el suelo se acumulan, humildes, sin quejas,

luego vendrá el barrendero que al vertedero las lleva,

alquimia de la materia, la tierra vuelve a la Tierra.
 

Invierno, transformaciones internas,

porque el árbol tendrá hojas otra vez en primavera,

nueva savia, nuevo verde, nueva fuerza,

alguna, quizá, brote enferma.

 
Hoja y árbol, rama y fruto, las estaciones no cesan,

y la vida se recrea, sea cual sea,

el tiempo en el que te encuentras.

Cambia el color y la forma,

pero todo es apariencia.

                                                       Carmen

                                                                                                         8-11-2015

 El amor del sol


 Paseaba por la playa un día de primavera.

Los rayos del sol, inconscientes, se posaban en la arena,

penetraban en el agua, envolvían mi piel blanca,

iluminaban fachadas de las casas que había cerca.

Amor incondicional del sol, no le inquietaba,

a dónde llegan los rayos que en su interior se formaban,

y en todas las direcciones, sin preferencia donaba.

Sólo yo era consciente del amor que me llegaba,

la arena no, tampoco el agua, ni la pared de las casas.

 
¿Mas quién podría decir que el sol, su energía derrochaba?

¿Es por generosidad al ser su riqueza tanta?

Ni la pared, ni la arena, le darán nunca las gracias,

son materia, no son conscientes de nada,

mas acaso corresponden de formas que se me escapan.

¿Pues quién podría decir que la vida  es sólo

aquella que en mi cuerpo palpitaba?

Ojos del cuerpo..., ¡qué poquito es lo que abarcan!

 
La arena es, el agua es, se dejan amar

lo mismito que mi alma.

Si reciben es que dan. Quizá sustento, quizás hogar,

y ocupaban su lugar, como el sol y como yo

aquel día de primavera que disfrutaba en la playa.
 

                                                            Carmen  

8-11-2015


¿Qué busco en la Navidad?

 
No busco la Navidad de mis años infantiles,

con el belén familiar, río de plata y portal,

con lavanderas lavando en el agua artificial,

Reyes Magos y camellos, pastorcitos y corderos,

adornado con arena y con musgo natural.

 
                                                Vacaciones de colegio, calorcito en el brasero,

castañas y frutos secos, el turrón y el mazapán,

aquellos ojos de niña, abiertos de par en par,

ignorantes del misterio, de los adornitos llenos,

que esperaban los juguetes que traía Baltasar.

Aquello ya quedó atrás, con un halo de añoranza,

de la entrañable inocencia de la historia celestial.
 

Hoy busco otra Navidad en mis portales internos,

sin Reyes y sin camellos, sin pastores ni corderos,

sin adornos, sin objetos, con otra autenticidad.

Hoy busco significados en Divinos Nacimientos

que se han gestado muy dentro en el río personal,

un río que baja inquieto a desembocar al Mar.
 

No busco estrellas fugaces, que alumbran sólo un instante,

Q|ue no dejan una estela al terminar Navidad,

busco las que brillan siempre sin apagarse jamás,

las que emiten sus colores en cualquier tiempo y lugar.
 

                                                                   Carmen 

Diciembre-2015

 

El pastorcito

 

Paquito es un pastor de los montes de Belén,

es mayor, creció su cuerpo y mucho más su saber.

Habla con su perro Tano, se entiende muy bien con él,

de las fiestas que en diciembre, son costumbre y son “deber”. 
 

Tano, la Navidad está al caer,

Mis hermanos se preparan para el viaje que hay que hacer.

¡Guau, guau! ¿Qué hay que hacer?
 

Hace dos siglos que vamos, ningún año hemos faltado,

pero yo no sé por qué.

El rebaño hoy es viejo, las ovejas y corderos,

para viajar no están bien.

Y allí yo no encuentro al Niño, hay demasiado bullicio,

sólo compras, sólo prisas por doquier.

¡Guau, guau! Ladra Tano soñoliento, porque él también es viejo

y no se quiere mover.
 

El Niño en Belén no está, ni la Virgen, ni tampoco San José.

¡Guau, guau! Lo sé, lo sé.
 

Pero allí juntos cenamos..., el puchero preparamos...,

y deseamos volver.

¡Guau, guau! Hagamos aquí el belén.
 

¿Sabes que te digo, Tano? Que no vamos este año

y al Niño aquí encontraré.

Entre corderos y ovejas me comeré unas lentejas

y un plato a ti te pondré.

¡Guau, guau! ¡Que bien!

Las ovejas y corderos deben de haberse enterado

porque a coro cantan todos, beee..., beee..., beee...
 
                                                                      Carmen                   

                                                                                                                      diciembre-15

 

LAS LETRAS
 
Todas las letras, un día,
se pusieron a jugar.
Se unían, se separaban,
sin intención especial,
sin buscar un objetivo,
por placer y nada más.
El Creador de las letras
ante el juego de bondad,
pensó que podría darlas
una buena utilidad.
Los grupos fueron palabras
con intención especial,
surgían las vibraciones
y empezaron a sonar
armonías infinitas,
al saberlas combinar.
Gargantas, ¿sabéis acaso
lo que creáis al hablar?
 Unas palabras son bellas, otras feas,
¿quién les dio la calidad?
no es lo mismo amor que odio,
no es lo mismo, no es igual,
no es lo mismo decir lago,
decir lluvia, rio o mar.
Todo es agua, quien lo mira
crea la diversidad.
El Creador eres tú.
Las letras juegan, sin intención,
sin bondad y sin maldad.
 
9-8-2015
 
 

La paz no se busca

Me fui a buscar la paz. Yo caminé y caminé.
Quizá no supe buscar. Ni en la tierra ni en el mar.
Pues me encontré con la guerra.
¿Cómo puede suceder que encuentres
aquello que no deseas?
Mas puede que no supiera lo que es paz,
y por eso, yo era incapaz de verla.
Ideas, conceptos de la familia y la escuela.
Pórtate bien, haz deberes, pon la mesa...,
y si hacías todo eso, tenías paz por ser buena.
 
Miré al cielo y pregunté al guardián de las estrellas.
¿Escogí un mal camino?, ¿confundí flores con piedras?
¿Confundí rosas con llanto?, ¿campanas con panderetas?
¿Las balas con los cohetes de las ciudades en fiesta?
Una voz me respondió, no sé de dónde venía´
quizá de dentro, quizá de fuera.
"La paz no puede encontrarse entre materias diversas.
es un estado interior, si tienes paz,
allí donde estés la encuentras.
La encuentras en las miradas que otros ojos te reflejan,
la paz está en los caminos sin pisadas y sin huellas."
"Separaste alma de cuerpo, espíritu de materia,
si hay yoga hay unidad, la dualidad te dispersa,
si hay yoga comprenderás que la paz sólo es completa,
ya que si la sientes dentro, en el exterior no hay guerra."
 
                                                          Carmen
 
                                                                                                                                                               6-9-2015
 
 
 
 

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